¿En qué consiste un tratamiento de limpieza facial?
Nuestra piel está expuesta a muchos agentes externos, por lo que tiende a acumular residuos que, aunque pretendamos combatir estas impurezas en el día a día con productos limpiadores, debilitan el rostro creando brillos grasos, acné y sequedad. Por ello, es necesario dotar a tu piel de una limpieza facial completa realizada por profesionales de estética, que te permite combatir las imperfecciones superficiales como los comedones y los puntos negros, consiguiendo así una piel suave, hidratada y espectacular.
¿Por qué se ensucia la piel?
Las glándulas sebáceas producen sebo, una sustancia grasa que, a través de los orificios de los folículos pilosos, se deposita en la superficie de la piel. A este sebo se le pueden añadir bacterias y células muertas que van tapando lentamente estos orificios, lo que puede dar lugar a granos, espinillas, etc. Para evitar esto, es necesario limpiar la piel diariamente. Por lo tanto, una limpieza facial profesional de forma regular es muy recomendable.
Limpieza facial profesional
Antes de realizar una limpieza facial, el profesional evaluará el tipo de piel para ajustar el tratamiento necesario. Cada tipo de piel ya sea seca, grasa o mixta, tiene características específicas según su biotipo cutáneo y, por lo tanto, necesidades diferentes.
Frecuencia recomendada
Dado que muchos factores influyen en el cuidado de la piel, no se puede establecer una frecuencia fija para la limpieza profesional. El mínimo es una vez al año y el máximo depende de cada tipo de piel. Lo recomendado es una vez al mes o cada dos meses. Todo dependerá del estilo de vida, la dieta, el cuidado diario, el lugar de residencia y los hábitos diarios.
Los principales beneficios y ventajas de una buena limpieza facial profesional son:
- Eliminar puntos negros y espinillas
- Elimina las impurezas y las células muertas, lo que ayuda a renovar la piel y, en consecuencia, retrasa el envejecimiento y la aparición de arrugas.
- La piel recupera un aspecto liso, suave y más luminoso.
- Después de la limpieza, se estimula la absorción de productos cosméticos, lo que los hace más eficaces.
- Hidrata la piel en profundidad y permite la oxigenación al tiempo que elimina las toxinas.
- Mejora el aspecto general del rostro y ayuda a reducir la aparición de la fatiga.
- En casos de acné, ayuda a reducir el número de poros obstruidos.
- Proporciona relajación a la piel y mejora la circulación, lo que se traduce en un aumento de la suavidad y la elasticidad.